Nota: El concepto del líder para el servicio proviene del trabajo
pionero de Robert K. Greenleaf.
¿CUÁLES SON LAS CUALIDADES DE UN LÍDER PARA EL SERVICIO?
A continuación
presentamos una lista de algunas de las cualidades más importantes de los
líderes para el servicio. Algunas de las ideas y acciones siguientes son únicas
para los líderes para el servicio, otras pueden encontrarse en todos los tipos
de liderazgo, sin embargo simplemente tienen mayor énfasis en los líderes para
el servicio.
El líder para el
servicio se considera a sí mismo “el primero entre un grupo de iguales”. Esta
idea es el corazón mismo del liderazgo para el servicio. Un líder servidor no
se considera a sí mismo por encima de aquellos que lidera. En cambio, él es
primus inter pares que en latín significa, “primero entre iguales”. Es decir,
el líder servidor ve a quienes lidera como compañeros a los cuales enseñar o de
los cuales aprender. Está dispuesto a liderar a otros con el fin de alcanzar
una meta común, pero no cree que siendo el líder lo hace mejor que ellos.
Por esto, el líder
para el servicio es un formador de equipos consumado. Recurre a las fortalezas
de sus seguidores y se vuelve un seguidor cuando es conveniente. Tal líder no
dirige por decreto o dictamen. En vez de ello, él o ella lidera dejando que
cada quien haga lo que hace bien. En este sentido puede funcionar como lo hace
el director de un circo, dirigiendo a los artistas a sus posiciones para luego
permitir que ellos brillen por sí mismos.
Como el sabio, el
estilo de liderazgo del líder de servicio puede ser llamado no asumido. Este
estilo de orientación no es una carga para los seguidores (donde las personas,
tienen la capacidad de expresar sus preocupaciones y trabajar de acuerdo a su
potencial). En vez de eso,el líder de servicio comparte las cargas y beneficios
con sus compañeros. Todos los involucrados se benefician.
El líder servidor
usa el poder honestamente. El líder para el servicio usa legítimamente el poder
del liderazgo, para el bien de las personas que sirve. Ve el liderazgo como un
medio para obtener el bien general, no como un fin de beneficio personal.
Para quienes vemos
a las personas en el poder, la diferencia es muy clara. No nos impresiona el
prestamista que usa sus músculos y presume de su fuerza ni el político que
habla con mucha labia y presume de sus habilidades. Admiramos a las Madres
Teresas y a los Nelson Mandelas del mundo. Esos son líderes para el servicio
que han asumido sus posiciones con integridad.
Robert Greenleaf,
en su ensayo El servidor como líder, lo pone de esta manera: (El liderazgo de
servicio) “Comienza como un sentimiento natural de que uno quiere servir,
primero servir. Luego la alternativa consciente lo lleva a uno a aspirar a
liderar. La diferencia se manifiesta en el sentido de que el servidor primero
se asegura de que las necesidades primarias de otras personas han sido
atendidas”.
El líder para el
servicio entiende la importancia de los detalles del día a día. Cuando pensamos
en el gran liderazgo, inmediatamente vienen a la mente los grandes
discursos o grandes lemas de diferentes campañas.
Sin embargo, la
verdad es que estos discursos sólo forman una porción muy pequeña del liderazgo
y son escasamente necesarios para el líder por servicio. Ser un líder servidor
tiene que ver más con los discursos personales, cara a cara, y de hacerse cargo
de los pequeños detalles del día a día.
El líder servidor
escucha y cuida de sus seguidores. Los líderes para el servicio se toman el
tiempo para escuchar lo que otros tienen que decir. De hecho, están más que
disponibles a escuchar, están activamente buscando opiniones e ideas de sus
seguidores. Esto es de suma importancia para el líder de servicio.
Además, de este
escuchar crece una relación de mutuo respeto. El escuchar es innato en el líder
servidor; cuidar de otros es parte de su persona. Usa esa habilidad y
aprende de sus seguidores; no es únicamente maestro, también alumno.
El líder servidor
ayuda a la gente a obtener lo que quieren. El líder servidor cuida a la gente;
y naturalmente va a encontrar lo que quieren y los ayuda a obtenerlo.
Algunas veces, sin
embargo, el líder servidor parece querer algo muy diferente de lo que su gente
quiere. ¿Qué pasa entonces?
Generalmente el
objetivo final puede ser el mismo, pero la gente tiene ideas diferentes de cómo
obtenerlo. Por ejemplo, un líder servidor puede querer un encuentro diplomático
con los líderes de la oposición, en un caso de contaminación ambiental,
mientras que otros desean confrontarlos.
Cuando nos
encontramos con este tipo de situación, el líder servidor trata de poner las
cosas en el contexto apropiado o mostrarla de una forma clara que permita a la
gente ver las cosas a su manera. “Se logra atrapar más abejas con miel que con
vinagre”, dice un antiguo dicho; por ello, un líder efectivo explica y discute
las cosas de forma que las metas comunes estén claras o que las ventajas de
hacer las cosas de cierta forma sean más obvias.
Después de leer
esto, uno puede pensar que todo esto está empezando a sonar un poco negativo -
toda esta habladuría de “vender” las cosas y ponerlas en la luz adecuada - .
¿Es manipulación entonces lo que hace un líder servidor?... Para nada. Debemos
recordar que anteriormente mencionamos que el líder para el servicio debe
liderar honestamente, por las razones adecuadas. Sin embargo, si uno habla
español y desea mantener una discusión con alguien de Brasil, uno tiene que
cambiar la forma en la que habla; quizá uno tenga que aprender portugués. En
ese momento será posible mantener una buena conversación.
A pesar de que la
mayoría de los casos no son tan extremos, el mensaje es claro: un líder
servidor sabe – y utiliza – el lenguaje de sus compañeros.
El líder
servidor ve el liderazgo de la misma manera que un carpintero ve un martillo. Un
martillo es un instrumento - muy importante. Se puede utilizar para construir,
para crear, para hacer realidad un sueño. Y con un mal golpe, para tener un
pulgar muy adolorido.
El
liderazgo, también le permite a uno desarrollar sueños. Abre puertas y permite
que las oportunidades se hagan realidad. Sin embargo, es algo con lo que se
debe tener cuidado. Así como con el martillo, los errores pueden ser costosos,
y peor aún, el liderazgo, al igual que el martillo, puede ser usado para
destruir en lugar de crear; para herir a la gente en lugar de ayudarles. Si no
se pone la debida atención, puede también destruir al líder.
El
servidor que es prudente, entonces, es tan cuidadoso con este poder como lo
sería con el martillo, siempre tratando de asegurarse de dar en el clavo.
Contributor
Jenette Nagy
Fuente: Caja de Herramientas Comunitrias - http://ctb.ku.edu/es/tabla-de-contenidos/liderazgo/ideas-y-liderazgo/liderazgo-de-servicio/principal